Si hay alguien que quiere comprar algo, hay alguien dispuesto a pagar por venderlo en internet. Ese es el principal negocio de Google.
El SEM es la forma más directa para competir en internet por los usuarios que quieren comprar.
Cuanto más alto aparece una web en una página de resultados, mayor es el porcentaje de clics que se consigue de los usuarios. Cuando un usuario hace una consulta en el buscador utilizando un término (palabra clave) relacionado con un negocio Google reserva sus primeras posiciones de la página de resultados para las webs que pagan por conseguir esos clics.
Esta es una forma de conseguir dar visibilidad a una web de forma inmediata. Una vez configurada, una campaña de performance se puede activar en cuestión de horas.
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Diferentes posibilidades de impacto en diferentes momentos (cuando buscan o cuando navegan) a los potenciales clientes en diferentes formatos (texto, imagen, vídeo) e incluso en diferentes canales (SEO, SMM,…), desde el propio Google a través de Google Ads hasta las redes sociales como Facebook, Instagram o Linkedin.
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El SEM permite una identificación específica de audiencias a las que les puede interesar tu negocio. Solo se emplea el presupuesto en llegar a potenciales clientes. Solo se paga por clics de personas interesadas en tu actividad.
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El SEM permite gestionar y controlar el presupuesto de forma precisa, distribuirlo o concentrarlo en diferentes momentos según interese y durante el tiempo que se estime conveniente.
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El SEM permite dar visibilidad a todo tipo de negocios y casi todo tipo de presupuestos.
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El SEM permite conseguir información relevante acerca de los usuarios, de sus intereses, motivaciones y de su forma de interactuar con nuestro negocio.
Para optimizar una estrategia SEM es necesario que esté integrada en una estrategia de posicionamiento global en la que se coordinen los diferentes canales de captación más convenientes para cada negocio.